La imagen: Los cimientos de una compañía

REGRESA

Estados Unidos, 1960.  Richard Nixon y John F. Kennedy se enfrentaban en el primer debate presidencial televisado de la historia. El primero era un veterano de la política con muchos años de experiencia. El segundo, un joven senador prácticamente desconocido.

Unas semanas antes del debate, Nixon había tenido una intervención quirúrgica en la rodilla y se sentía agotado. A pesar de su aspecto cansado y su descuidada barba, se rehusó a ser maquillado y se vistió con un discreto traje gris. Su contrincante en cambio, con un peinado impecable, una sonrisa derrochadora y un traje oscuro, se veía radiante y saludable.

Al hablar, Nixon dio puntos de vista acertados, pero apareció sudoroso e inseguro, mientras que Kennedy, con su mensaje de calma y soluciones concretas para enfrentar a la Unión Soviética, proyectó justo lo que el pueblo americano buscaba: tranquilidad y seguridad.

Después de este debate, el candidato casi anónimo se colocó en la mente de millones de televidentes, haciéndolos partidarios de sus ideas. De hecho, esta aparición en televisión fue tan relevante, que muchos aseguran que gracias a eso ganó la presidencia.

Esta anécdota histórica comprueba lo que dice el famoso proverbio chino “una imagen vale más que mil palabras” y esto aplica no sólo para las personas, sino también para las marcas, y las empresas.

La imagen va mucho más allá de la apariencia: es lo que la empresa significa para la sociedad y la percepción que las personas tienen de ella. Una buena imagen permite a las empresas proyectar confianza y honestidad ante el consumidor y les ayuda a posicionarse frente a sus competidores, conquistar nuevos mercados y posteriormente, a generar más ingresos.

Si te estás preguntando cómo construir una imagen óptima para tu empresa, la respuesta es simple: ofrece un servicio de calidad que cubra las necesidades de tus clientes. Para esto, es importante tomar en cuenta los siguientes puntos:

Sé rápido: El mundo se mueve cada vez más rápido, ¡y es importante que le sigas el paso! El ser proactivo, eficaz y rápido a la hora de proponer una idea, dar una respuesta o resolver un problema ayuda a que tus clientes te tengan en un buen concepto.

Los detalles cuentan: Cada persona que integra la compañía ayuda a construir su reputación y es pieza clave para mantenerla y mejorarla. Cada acción de cada empleado es importante: desde redactar un correo impecable, hasta el vestir adecuadamente influyen en la manera como los clientes y la sociedad te perciben.

Enfócate en los resultados: Mostrar los logros de la empresa es esencial para crear una imagen impecable. Si has hecho un buen trabajo, ¡haz que se sepa!

Conviértete en un experto: Es fácil admirar a quien sabe y conoce a la perfección su negocio: infórmate y entérate de lo que sucede en el mundo y en el universo de tus clientes. Con información, es más sencillo proponer soluciones o ideas que den resultados y te posicionen.

Ve más lejos: Nadie es perfecto, pero es importante esforzarse para tratar de serlo. Una ejecución y atención impecable sin duda ayudará a que tu compañía se posicione y proyecte profesionalismo y expertise en todo momento.

Y recuerda, proyectas lo que eres: La energía positiva, el empeño y la pasión por el trabajo se notan, ¡siempre haz tu mejor esfuerzo y apunta a la excelencia! Esto es lo que sin duda te ayudará a mantener una reputación impecable.

Autor – Ana Gabriela Lozano